Nuestro egresado y estudiante Esteban Labrador fue el ganador del II Concurso de Piano Teatro Colón
El mejor pianista joven del país, como lo describe el Teatro Colón, es nuestro egresado de Música y estudiante de la Maestría en Música Esteban Labrador. Después de una selección pública mediante envío de un video, dos rondas eliminatorias y una presentación final, Esteban fue reconocido como el ganador del II Concurso de Piano Teatro Colón por un jurado internacional.
Hablamos con Esteban acerca de la preparación para este concurso y el impacto del premio para su carrera.
¿Desde cuándo y con qué rutina viene preparándose para el concurso?
Esteban: Estoy preparando el repertorio desde hace poco más de año y medio, aunque hay obras que son muy viejas ya, la sonata de Beethoven, por ejemplo, la he estudiado desde hace siete años e Islamey hace unos cinco. El repertorio más nuevo desde hace año y medio.
Mi rutina de estudio del instrumento es abrumadora. Llevo en una rutina muy dura de entre 8 y 14 horas diarias de estudio. Esto incluye domingos, festivos, cumpleaños y cualquier día especial que se cruce, generalmente en la universidad. Prácticamente vivo en los salones del campito de San José. Otra razón por la que la rutina es abrumadora también es porque los músculos de los brazos y manos sufren mucho ya que muchas de las obras de mi repertorio son muy violentas. Nosotros las llamamos virtuosas, como Islamey, una de las obras más difíciles y exigentes de toda la literatura de piano. La rutina no solo es extensa sino también violenta.
¿Cuáles son tres adjetivos que nos ayuden a entender lo que sintió en el momento que lo anunciaron como ganador?
Esteban: Podría decir que los tres adjetivos son felicidad, emoción y… descanso, porque fueron tres días de un estrés altísimo.
¿Cuál es el impacto de este premio para usted como pianista?
Esteban: Este premio para mí significa que aquí en Colombia también se puede lograr arte de gran calidad. También es para mí un trampolín, ya que a partir de este logro me siento más preparado y dispuesto para enfrentar los concursos internacionales de nivel aún mayor. Es muy importante poder medirme ante un público y un jurado internacional para luego hacer un buen papel en concursos de mayor magnitud.
¿Cuál cree que es la importancia de la existencia de este concurso?
Esteban: Este concurso es fundamental para la cultura colombiana y su desarrollo en muchos sentidos. Primero, la educación musical del público general colombiano es una labor muy importante. A esto se llega de manera más directa a través de los artistas jóvenes colombianos, ya que nosotros somos quienes estamos ahora en relación directa con las universidades y conservatorios.
Segundo, el concurso está demostrando el alto nivel que hay en los pianistas jóvenes colombianos. Esto desmitifica nuestro temor eterno como latinos de suponer que el nivel alto solo está en Europa y Estados Unidos. Eso es mentira.
Por último, es la mejor oportunidad que nosotros tenemos de hacer carrera aquí en Colombia. Es el único concurso de piano que conozco que puede traer jurados internacionales de altísimo nivel, que son también jurados otros en concursos internacionales de Europa. Esto demuestra la seriedad y rigor que tiene el concurso.
¿Tiene algún proyecto o se está preparando para otra competencia en el futuro cercano?
Esteban: Sí, tengo muchos proyectos en mente. Quiero participar en concursos internacionales en Estados Unidos, deseo también arrancar mi carrera como solista y, también, más adelante, terminar mis dos énfasis en piano y composición de la Maestría en Música en Los Andes.
El maestro Antonio Carbonell, con quien Esteban se preparó durante el último año para este concurso, considera que la competencia, pensada para visibilizar el talento de pianistas jóvenes del país, es muy exigente. Escuche aquí la experiencia del maestro Carbonell junto a Esteban y su opinión sobre la educación musical.
Esteban Labrador ha ganado varias competencias de piano desde 2012. Entre sus logros está el primer premio del concurso José Jacinto Cuevas en Mérida, México y el reconocimiento del pianista chino Lang Lang durante su visita a Los Andes.