Inauguración Mar de Leva | Exposición Proyectos de grado de la Maestría en Artes Plásticas, Electrónicas y del Tiempo – MAPET

Mar de Leva

Si la Maestría en Artes Plásticas Electrónicas y del Tiempo está cumpliendo su propósito, un examen en conjunto de sus proyectos de grado no puede ser otra cosa que la celebración de la diversidad grupal y, a la vez, un reconocimiento individual a la singularidad de cada resultado; más aún si se trata, felizmente, de la cohorte más numerosa desde el reciente inicio del programa.

La importancia de coincidir en un semestre en un programa académico particular suele ser más clara para las personas y para las relaciones de amistad y colegaje que se establecen, que para el trabajo de aproximación y lectura a esa producción artística, al considerarla como conjunto articulado. Sin embargo, para este grupo de proyectos finales, esta circunstancia es determinante. Las dificultades del momento actual son, si no necesariamente una clave de lectura obligatoria, sí una especie de marco compartido: es el aire que llena las salas. Son obras iluminadas por la pregunta de su vínculo con la urgencia del presente, si fueron hechas para, en o a pesar de la particularidad de estos “tiempos interesantes”. Son proyectos madurados durante la pandemia y que pasan a la vida pública durante meses de agitación social sin precedentes en la reciente historia nacional.

Son desplazamientos, gestos y declaraciones afectados por dos grandes crisis concomitantes, pero motivados por impulsos que provienen de antes (y a veces, de lejos): fricciones entre prácticas culturales y cuerpos animales (Nicolás Wills), vegetales (Catalina Rodríguez) y de agua (Camila Duque); la actual reformulación forzada del contacto humano (Julián García) y de la atención (Ana Fino); la construcción histórica de una forma (Luz Helena Caballero) y de la visión (Susana Restrepo); la experiencia de la infraestructura urbana como improvisación musical (Paola Pabón); las lógicas, retóricas y velocidades propias de los medios digitales, como jueces del material de la memoria personal (Ángel Romero), como generadores de una discursividad política (Luis Mayolo) o como modelo de digestión delirante de texturas visuales (Andrés Bustamante) y emocionales (Erika Montoya). Once proyectos modelados por fuerzas diversas, en su origen y dirección, y en consecuencia en su intensidad y alcance, como la misma agitación, única, de un mar de leva.

David Peña

Profesor asistente

Facultad de Artes y Humanidades

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