Frente a esas premisas, comencé a preguntarme acerca de el valor absoluto y totalitario de la mirada occidental y sobre su rol hegemónico en la fabricación de creencias sobre lo desconocido, el Otro y lo no familiar. Por lo tanto con el fin de entender cómo las imágenes pueden actuar en calidad de instrumentos simbólicos de control y objetos de poder, decidí reconstruir un viaje imaginario, apoyándome en narrativas occidentales preexistentes, escenarios reconstruidos y objetos reinventados. El proyecto The Contact Zone se articula como un recorrido metafórico que indaga acerca de los procesos que llevaron a Occidente a producir concepciones diferenciadas de sí mismo, en comparación con lo que está definido como “ el resto del mundo1 además, la serie propone cuestionar narrativas de poder y abre una reflexión sobre el tema del contacto con la otredad.