Ctrl+P gira en torno al diálogo y las relaciones inesperadas que se establecen entre los procesos pictóricos ocurridos en el lienzo y los procesos pictóricos ocurridos al operar programas de creación y edición para imagen digital. El diálogo entre el lienzo y la pantalla no es un diálogo confrontativo o competitivo, más bien funciona como una relación simbiótica, en la que organismos de diferentes especies se benefician mutuamente. En la conformación de la serie de pinturas que componen este proyecto, se acude a la fotografía para pasar lo sucedido en lo matérico a lo digital, se acude al software para aplicar efectos, distorsionar la imagen y proponer múltiples bocetos que después pasan de nuevo a lo matérico y a veces de nuevo a lo digital; es un proceso mutable y maleable que al final propone un sólo resultado estático: el objeto-pintura. Cuando se activa este comando en el computador —Ctrl+P, el comando para imprimir—, se está pasando de lo mutable, dinámico y fluyente de lo digital, al plano estático de la imagen impresa; en este caso Ctrl+P no sólo se refiere al control print, también se propone como control paint o control P de pintura y también como control pentimento.